Sobre esto tengo algunos comentarios:

a) Nuestros estudiantes tienen un origen muy diverso, tanto en términos de su escuela de procedencia (públicas o privadas), como de su lugar de origen (de la capital, de los estados o del extranjero) y de su carrera universitaria de procedencia (economistas o de otras profesiones). Creo que esto es una característica importante que refleja la pluralidad de nuestros estudiantes y que nos diferencia de lo que ocurre en otros lugares, en donde los estudiantes provienen básicamente de la misma institución (o del mismo tipo de instituciones) que imparte la Maestría. Esta heterogeneidad es importante no sólo en sí misma, sino que también nos permite evaluar mejor el impacto del programa de maestría en el desempeño de nuestros egresados. Noten que si la mayoría de nuestros egresados provinieran de un mismo tipo de institución (por ejemplo, de escuelas privadas), sería muy difícil distinguir entre el efecto de la Maestría y el de la formación obtenida en la institución de origen o de la situación socioeconómica de las personas.b) Una parte importante de nuestros egresados busca continuar sus estudios en México o en el extranjero. Así, alrededor de un 20 0 30% de nuestros egresados solicita, es admitido y termina satisfactoriamente programas de doctorado en buenas universidades en el extranjero.c) Una parte importante de nuestros egresados tiene una clara vocación académica y muchos de ellos se dedican a actividades de docencia o investigación en México u otros países.d) Nuestros egresados tienen una muy buena aceptación en diversos ámbitos del mercado laboral: academia, sector público federal, sector público local y sector privado.
De esta forma, así como el ingreso per cápita mundial se ha incrementado considerablemente en los últimos años, en México la tendencia ha seguido el mismo camino. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la tasa de crecimiento del PIB per cápita en México para el período de 1990 a 2003 fue de 10%, más alta que el 3.8% correspondiente a los países de la OCDE, o que el 3.7% mundial.No sé ustedes pero, a simple vista, a mí me parece que algo está mal en esta información.
(...) También es necesario tomar en cuenta casos como el de Brasil que, considerado como una estrella del crecimiento económico mundial, cuando se analiza su ingreso por habitante, el resultado no muestra sino un desmejorado 2.3% anual desde 2003.
a) La OCDE creció más rápido que México en este periodo.Ahora bien, por otro lado, debemos señalar que toda esta discusión está notablemente sesgada por la elección del año base. Así, por ejemplo, si hubiéramos tomado el año de 1980 como base (lo cual nos permitiría tener una mejor idea del crecimiento a largo plazo), los resultados serían los siguientes:
b) Las tasas de crecimiento en estos lugares, ya sea anuales o acumuladas, difieren notablemente de las mencionadas en el artículo.
c) Brasil no puede ser considerada por nadie como una estrella del crecimiento, y su crecimiento durante el periodo ha sido relativamente cercano al de México.
"Para estos intelectuales que parecen haber adoptado los usos y costumbres retóricos de AMLO, la palabra es una sustancia elástica, una especie de boligoma que puede usarse a conveniencia y sin relación con su verdadero significado. Del mismo modo en que López Obrador utiliza la palabra "resistencia", ellos dicen actuar contra la "privatización" del petróleo. A su juicio, el concepto "privatizar" abarca cualquier participación privada en cualquier actividad relacionada con los hidrocarburos, aun cuando sea acorde con la Constitución. La acepción precisa del término, por supuesto, es muy distinta. Lo que el resto del mundo entiende por "privatización" es la venta a empresas privadas de los recursos y activos de una industria (o parte de ella). (...) La famosa "privatización" a la que AMLO y sus intelectuales se oponen sencillamente no existe. Nadie en México ha propuesto la venta de Pemex y de sus activos."Aguilar Camín, por su parte, escribió lo siguiente en relación a una carta previa:
Los firmantes se ahorran el trabajo de decir lo que entienden por privatizar. Hacen un tiro por elevación para incluir en su rechazo cualquier variante de lo que denuncian, sugiriendo la inminencia de una trampa de lenguaje: le llamarán de otras formas, pero será privatizar.Así es que tanto Aguilar Camín como Isabel Turrent coinciden en que la privatización consiste únicamente en la venta a una empresa privada de los activos de una empresa pública. En sentido estricto, y como ya lo había mencionado en otra parte, esa interpretación es incompleta. Es decir, si bien lo que ellos describen es efectivamente una privatización, no es eso lo único que se considera como tal.
Al ahorrarse la definición de la palabra clave que usan, se ahorran algo de lo mejor que podrían aportar al debate: limpiarlo de la corrupción verbal en que naufraga.
Privatizar en sentido estricto quiere decir que la empresa sea vendida a capitales privados, como se vendieron los teléfonos y los bancos. No creo que nadie en su juicio pretenda tal cosa.
Privatización: Acción de hacer que recaiga en el campo de la empresa privada lo que era competencia del Estado.Así, la venta de una empresa del estado al sector privado es sin duda una privatización (eso fue, por ejemplo, lo que pasó con los bancos o con Telmex, por ejemplo). Sin embargo, de acuerdo a eta definición también se considera como privatización cuando algo que era competencia del Estado pasa a recaer ahora en el ámbito de la empresa privada.
Si López Obrador y sus contingentes no hubieran irrumpido con sus sudores y malas maneras (cito a un crítico) la reforma habría sido acordada entre futuros beneficiarios, funcionarios federales y legisladores priístas. Fueron los gritos y sombrerazos, las denuncias fundadas e infundadas de El Peje, lo que obligó a definir esta reforma en un espacio verdaderamente público.
No sé si al final de todo esto tendremos una buena reforma, pero estoy convencido de que será mejor de la que podría haberse firmado tras bambalinas. En todo caso habrá de ser más representativa del sentimiento de la comunidad en su conjunto y mucho menos cupular de la que tenían cocinada. ¿Qué no trata de eso la democracia? Desde luego, los métodos de AMLO no son democráticos, pero son comprensibles si consideramos que los acuerdos “democráticos” son los que tienen que pasar y ser resueltos por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa a partir de los intereses muy poco democráticos que ellos representan. (...)
Es desagradable ver a los perredistas convertir la tribuna máxima en un tianguis. Pero, bien mirado, es un costo menor si ello obligó a examinar con atención el futuro del petróleo, nada más y nada menos que el mayor patrimonio de este país.
Hay un linchamiento mediático de López Obrador que muchos están “comprando”. Algunos se preguntan qué hacer con esta piedra en el zapato que constituye su movimiento. Yo diría que pese a su retórica y su populismo, López Obrador es imprescindible. No empareja el marcador pero impide la goliza. Lo peor que podemos hacer es pretender que la inconformidad social no existe. ¿Nos parecen de mal gusto sus expresiones? ¿Y de qué gusto son las inequidades e injusticias que padece la mitad más pobre del país? ¿Qué creíamos, que iban a votar cada seis años y sentarse a esperar a que llegue un empleo, un abogado honesto o un programa de gobierno?
López Obrador no representa a los verdaderos pobres del país, se dice con frecuencia. Quizá. Pero canaliza la irritación que entre muchos mexicanos genera esa pobreza. Su desconfianza hacia la apertura al capital privado es la desconfianza de muchos. Antes de lincharlo y repudiar sus métodos habría que escuchar lo que nos está tratando de decir esa república olvidada que intenta hacerse presente.
El Presidente Calderón señaló que este conflicto ha resultado particularmente difícil para México, toda vez que en los hechos del 1 de marzo fallecieron cuatro mexicanos y una más resultó herida.
Señaló que, más allá de las circunstancias personales de los nacionales mexicanos involucrados, les amparan derechos conforme al marco legal mexicano e internacional, que deben ser respetados. En este sentido, reiteró la determinación de su Gobierno de respaldar, en lo conducente, a los familiares de las víctimas en sus exigencias de justicia, para lo cual resulta indispensable el pleno y oportuno esclarecimiento de las circunstancias en que murieron y fueron heridos los nacionales mexicanos.
“Es mi deber como presidente de México, y lo hago con plena convicción, defender los intereses de los mexicanos y responder a una sensibilidad, a un agravio, a un dolor de los padres que perdieron a sus hijos en los hechos que lamentamos”.¡Ven como no es tan difícil estar de acuerdo en algunos temas básicos!
"Me parece que lo prudente es no calificar ni prejuzgar en un sentido u otro las características o las actividades de estos jóvenes. Sino que una vez que los resultados de la investigación así lo arrojen, entonces cada quien sacar (sic) sus conclusiones. Pero no quiero ni creo que debamos anticipar conclusiones respecto de la naturaleza de la identidad de estos jóvenes."
a) No hacer nada, ya que esos individuos se lo buscaron al ir a cometer un delito a otro lugar.b) Protestar por los hechos y exigir una investigación al país B.c) Festejar la muerte de dos individuos que, de no haber muerto en el país B, quizá hubieran regresado a su país para robar y asesinar a sus conciudadanos.
“In the very near term there’s little evidence that I can see to suggest the economy is tilting over [into recession].” (July 1990)“...those who argue that we are already in a recession I think are reasonably certain to be wrong.” (August 1990)“... the economy has not yet slipped into recession.” (October 1990)
Fuente: citado por Calculated Risk.
Alice Rivlin: Greenspan is right, of course, that we will never have a perfect model of risk in a complex economy. But the culprit was not imperfect models. It was failure to ask common sense questions:
Q: Will houses prices keep going up forever?
A: Not likely.Q: What will happen to the value of mortgage-backed securities when housing prices stop rising or fall?
A: They will go down.We didn’t need fancy models to answer questions like that. We just needed to ask them.
Paul De Grauwe: So the reason why we have this financial crisis is that we can’t forecast the future. What a deep insight. We have never been able to forecast the future, but this did not necessarily lead to a financial crisis.
Greenspan’s article is a smokescreen to hide his own responsibility in making the financial crisis possible. (...)
Greenspan, who was at the helm of the most important monetary institution in the world, failed to take his responsibility to supervise the financial markets blinded as he, and his colleagues, were by a belief that markets and bankers know better than governments.
Martin Wolf: I have to say that I find myself in agreement with the critics of Mr Greenspan’s article, the ideology he displays and some of the policy decisions made at the Fed in the 2000s.(...)
First, Mr Greenspan ignores the now overwhelming evidence of malfeasance and gross incompetence in the chain of agents, from mortgage origination to the ultimate holders, including rating agencies, banks, investment banks, and so forth. This is not just about poor risk management. It is far worse than that. This was a huge failure of regulation.
Second, we do have to look very carefully at the incentives at work inside the financial system - a subject Mr Greenspan ignores. It is not just about ignorance. It is about wilful ignorance.
"it is hard to avoid serious questions about whether Compartamos’ interest rate policy and funding decisions gave appropriate weight to its clients’ interests when they conflicted with the financial and other interests of the shareholders."
¿Le dará pulmonía a América Latina?
31 de marzo, 2008
Dice el dicho que cuando Estados Unidos se resfría al resto del mundo le da pulmonía. La situación actual podría ser aún más ominosa porque el que parece tener pulmonía es el vecino del norte. Sin embargo, a diferencia de otros tiempos en que nuestros países se caracterizaban por tener una gran vulnerabilidad ante situaciones externas adversas, la buena noticia es que hoy la región está mejor preparada para los embates de la economía globalizada. Esto es gracias a que la mayoría de los países presentan tasas de inflación relativamente bajas, déficits fiscales bajo aparente control, políticas cambiarias flexibles, sistemas financieros más sólidos y altas reservas internacionales. Están mejor preparados, pero no son inmunes.
Por ahora, América Latina parece haberse salvado del efecto “vaca loca” (como no se sabe cuáles instituciones financieras tienen los activos contaminados, nadie está dispuesto a prestar a sus pares) de los préstamos hipotecarios de baja calidad (los llamados “subprime” en inglés). Tal vez gracias a los esquemas regulatorios--o por mera suerte--, el sistema financiero latinoamericano no comprometió su liquidez o solvencia invirtiendo en los instrumentos que están en la raíz del problema en las economías avanzadas (por lo menos eso es lo que dicen los expertos y los indicadores de riesgo hasta ahora parecen darles la razón). Esta es la segunda buena noticia. Pero aquí se acaban las buenas noticias porque el resto de los efectos pronto se dejarán sentir sobre los niveles de vida de los latinoamericanos, en mayor o menor medida, dependiendo del país y de la evolución de la economía mundial.
Hay tres mecanismos importantes a través de los cuales se transmitirán los efectos de la desaceleración (o recesión) de la economía norteamericana sobre América Latina: una caída de las remesas ocasionada por pérdida de empleo y/o caída de los salarios de los trabajadores inmigrantes; una disminución de las exportaciones a los EEUU generada por la baja en el consumo e inversión de ese país; y una reducción de los precios internacionales de las llamadas “commodities” (petróleo, minerales, granos, etc.) causada por el efecto que una desaceleración de la economía estadounidense tenga sobre las otras economías dominantes en el mercado mundial (por ejemplo, la China).
Las remesas hacia América Latina, mismas que subieron 6 veces en los últimos 15 años para llegar a alrededor de 60,000 millones de dólares, ya empezaron a descender. Para algunos países de Centro América y el Caribe, donde las remesas significan entre 10 y 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), esto puede llegar a tener efectos macroeconómicos (o sea, afectar la tasa de crecimiento a nivel del país). Los más vulnerables a una caída de las remesas incluyen a varios de los países más pobres de la región: Honduras, Guyana, Haití, Jamaica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y República Dominicana. Según el Banco Mundial, el impacto en promedio puede ser de una caída del PIB de 0.12 por ciento. En México, las remesas representan entre 3 y 4 por ciento del PIB y por ello no es esperable que afecten el crecimiento de la economía en su conjunto pero sin duda ocasionarán una caída importante en los niveles de vida de las localidades y hogares que dependen del flujo de remesas y con ello aumentará la incidencia de la pobreza. Este efecto puede ser importante ya que las remesas hacia México crecieron a un ritmo de alrededor del 20 por ciento en promedio en 2006 y los datos a partir de mediados del 2007 muestran una desaceleración e incluso una caída de las remesas para un par de trimestres. Esto no debe sorprender ya que uno de los sectores más afectados por la crisis de crédito hipotecario y la sobreoferta de inmuebles es la construcción, sector donde trabajan muchos inmigrantes.
Por otra parte, según diversas estimaciones, el efecto combinado de la caída de las exportaciones hacia EEUU, hacia el resto del mundo y en los precios de los minerales y productos agrícolas, puede resultar en una caída promedio del PIB latinoamericano de -0.4 por ciento (pronósticos optimistas) hasta -1.5 por ciento (pronósticos pesimistas) dependiendo de lo prolongado de la desaceleración norteamericana y su efecto sobre otras economías como la China. Las economías de México, Centroamérica y el Caribe son las que potencialmente se verán más afectadas por su mayor interdependencia con la economía de los EEUU. Según algunos análisis, por cada punto porcentual que cae la economía norteamericana, el PIB de México podría disminuir en 1.6 por ciento, por ejemplo. En contraste, países con mercados más diversificados como Chile se verán menos afectados. Argentina y Brasil, bajo los escenarios actuales, se verán afectados de forma moderada.
En suma, es esperable una disminución de la actividad económica pero no una crisis. La pregunta que cabe hacerse es si, dado que los países tienen condiciones macroeconómicas mucho más robustas que en el pasado, ¿podrán poner en marcha una política fiscal y monetaria contra-cíclica (es decir, expandir el gasto público y bajar la tasa de interés) para suavizar el impacto de la desaceleración del crecimiento económico externo? Lo ideal sería que sí. No obstante, si bien las condiciones son incomparablemente mejores a lo que fueron en décadas pasadas, la fragilidad macroeconómica persiste: en varios países la inflación si bien baja ha estado en aumento y los ingresos fiscales dependen en proporción importante de los precios internacionales de ciertos productos sujetos a gran volatilidad. Esto significa que las limitaciones para “acolchonar” el impacto sobre las economías son considerables. Ante esta situación, urgen mecanismos de política contra-cíclica para los hogares más vulnerables y pobres (programas de empleo temporal, transferencias en efectivo y en especie, protección del gasto público en educación y salud para los hogares pobres, etc.). Esperemos que la región no vuelva a cometer el error recurrente de no tener esos mecanismos o de no incluir los recursos necesarios en el presupuesto.