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Wednesday, June 03, 2009
¿Tutear o no tutear?
Una buena guía para enfrentarse al dilema al que se suelen enfrentar muchos estudiantes y asistentes de investigación (incluyendo a varios conocidos, je):
[Nota: Pueden ampliar la imagen haciendo clic sobre ella]
Damn! Esto me llega como 8 años tarde...la solución práctica que le encontré al asunto es usar el impersonal, (i.e. ¿Hola que tal?) o intercambiar según la expresión en la cara del profesor, o simplemente tartamudear por no poder pensar lo que quería decir por estar pensando "qué le digo usted o tu, ¡chale qué cara está poniendo!".
Hola que tal Dr. Esquivel, Profr. Esquivel, Gerardo o Esquivel????? mmmmm.... Muy tarde, muy tarde para quienes te conocemos, como dicen tus atentos lectores...
Un saludo cordial, con todo el respeto que te mereces
Recuerdo que cuando fui su alumno en la maestría siempre me dirigí a usted como Dr. Esquivel; usted me respondía que podía decirle Gerardo; a su vez, yo respondía que me dirigía a usted como Dr. porque yo soy de pueblo, y en mi pueblo respetamos a los Doctores. (jijjji)
Saludos desde Hidalgo
JAN
PD. Felicidades por su blog, y sus anticipadas predicciones.
Yo tambien te llamaba Profesor y te hable de usted por un buen rato hasta que Graciela se dio cuenta y te dijo: "GE, no manches, por que dejas que te siga diciendo Profesor y te hable de usted." Creo que a partir de ahi te empece a decir Gerardo.
A mi asesor del doctorado le hable de usted todo el tiempo, hasta el dia en que me pare en su oficina a despedirme de el.
a) Una cuestión de género b) Te intimidan los hombres de gran personalidad c) Soy un engreído insufrible (y Graciela no) d) Eras la estudiante favorita de Graciela, pero no la mía (quizá por culpa de Toño). e) All of the above.
Mi mamá me enseñó a respetar a mis mayores, por eso siempre te hablaba de usted hasta que deje de ser bien educada, aunque siempre te llamé Esqui... que expresaba el mismo respeto de Dr. Esquivel pero era más corto y significaba que me caías bien. Los demás profesores se les llama, en el mejor de los casos por su apellido... Meyer, Aguayo(¡salve Aguayo!), etc. Recuerdo que alguna vez se te hizo extraño que nos refiriéramos a los profes por su apellido en vez de usar sus nombres de pila ¡muchachito igualado!
El anónimo de las 7:05pm me pregunta que qué hice yo frente a ese dilema antes de ser Dr.
La respuesta es simple: casi nunca tuve ese dilema.
Para bien o para mal tuve la fortuna de estudiar en el reconocido Colegio de Ciencias y Humanidades del Pedregal (vulgarmente conocido como CCH Sur). Allí, la mayoría de los profesores (muy jóvenes muchos de ellos y, eso sí, muy democráticos) siempre nos alentaban a hablarles por su primer nombre, cosa que la mayor parte de los estudiantes hacían y que a mí y a otros se nos fue quedando como costumbre. Por supuesto, esa práctica la llevé sin mayor problema a la Facultad de Economía de la UNAM, en donde era obvio que no podía llamarle a todo mundo por su primer nombre (nunca se me hubiera ocurrido, por ejemplo, llamarle Luciano al Profr. Lara Flores o Ernesto al Profr. Lobato) pero si lo podía hacer con la mayoría de los profesores. Así, el Profr. Hayashi para mí siempre fue Laureano, el Profr. Arroyo siempre fue Pablo o Juan Pablo, y el Profr. Ruiz Durán, siempre fue Clemente. Todo eso sin mencionar a nuestro muy estimado Profr. Carreto, quien para sus alumnos siempre fue Jorge (a quién no sólo tuteábamos, sino que incluso nos prestaba su casa para hacer las fiestas más memorables de ese entonces).
Así pues, mi reacción instintiva siempre fue tutear a la mayoría de mis Profesores y, sólo en algunos contados casos, optaba por el uso impersonal que ya mencionaba Andres Lajous en el primer comentario y que siempre es muy útil para evitar quedar muy mal ante un Profesor que se muestra ligeramente incómodo ante un estudiante que no parece respetar la diferencia de estatus.
Ahora, por cierto, ya no les digo a mis alumnos o asistentes que me hablen de una u otra forma. He aprendido que en esto se da mucho de lo que alguien ya mencionaba sobre la auto-seleción y sé que siempre habrá quienes se sientan más cómodos conmigo hablándome de usted (sobre todo los de rancho, como JAN, je je), aunque también entiendo que siempre habrá quien se sienta más cómodo hablándome de tú. A mí no me molesta ni lo uno ni lo otro, así es que yo ahora dejo que cada quien se refiera a mí como mejor le acomode.
No es cuestion de titulo, sino de respeto; y este ultimo se gana con hechos.
Personalmente nunca me ha interesado que mis estudiantes utilizaran el "titulo" correcto para referirse a un servidor. Al contrario, lo percibo como una barrera entre el estudiante y el catedratico. Repito: si hay respeto hay todo lo que se necesita, el titulo sale sobrando.
Despues esta "lo peor": situacion donde el catedratico considera que el titulo sea lo mas relevante de su carrera profesional. Ni modo, afortunadamente no todos somos iguales.
14 comments:
Damn! Esto me llega como 8 años tarde...la solución práctica que le encontré al asunto es usar el impersonal, (i.e. ¿Hola que tal?) o intercambiar según la expresión en la cara del profesor, o simplemente tartamudear por no poder pensar lo que quería decir por estar pensando "qué le digo usted o tu, ¡chale qué cara está poniendo!".
hola Gerardo! este Jorge Cham es estupendo:) un abrazo!
Hola que tal Dr. Esquivel, Profr. Esquivel, Gerardo o Esquivel?????
mmmmm....
Muy tarde, muy tarde para quienes te conocemos, como dicen tus atentos lectores...
Un saludo cordial, con todo el respeto que te mereces
Galo
En muchos casos es solo un problema de self-selection? y por otro lado de humildad?
Salu2.
Saludos Dr. Esquivel:
Recuerdo que cuando fui su alumno en la maestría siempre me dirigí a usted como Dr. Esquivel; usted me respondía que podía decirle Gerardo; a su vez, yo respondía que me dirigía a usted como Dr. porque yo soy de pueblo, y en mi pueblo respetamos a los Doctores. (jijjji)
Saludos desde Hidalgo
JAN
PD. Felicidades por su blog, y sus anticipadas predicciones.
uff! que bueno que soy el favorito.
...or not.
GR
Yo tambien te llamaba Profesor y te hable de usted por un buen rato hasta que Graciela se dio cuenta y te dijo: "GE, no manches, por que dejas que te siga diciendo Profesor y te hable de usted." Creo que a partir de ahi te empece a decir Gerardo.
A mi asesor del doctorado le hable de usted todo el tiempo, hasta el dia en que me pare en su oficina a despedirme de el.
antes de ser Dr. el Dr. Gerardo, qué hizo ante el dile?
Pues a mi todavia me cuesta un poquito decir solo "Gerardo" en cambio "Graciela" fue bien facil. A que se debera?
Un abrazo,
Paty
Paty:
Hay varias opciones:
a) Una cuestión de género
b) Te intimidan los hombres de gran personalidad
c) Soy un engreído insufrible (y Graciela no)
d) Eras la estudiante favorita de Graciela, pero no la mía (quizá por culpa de Toño).
e) All of the above.
Saludos!
GE
Mi mamá me enseñó a respetar a mis mayores, por eso siempre te hablaba de usted hasta que deje de ser bien educada, aunque siempre te llamé Esqui... que expresaba el mismo respeto de Dr. Esquivel pero era más corto y significaba que me caías bien. Los demás profesores se les llama, en el mejor de los casos por su apellido... Meyer, Aguayo(¡salve Aguayo!), etc. Recuerdo que alguna vez se te hizo extraño que nos refiriéramos a los profes por su apellido en vez de usar sus nombres de pila ¡muchachito igualado!
Gerardo,
Ahora que lo sugieres creo firmemente que la respuesta es la b!
Saludos,
Paty
El anónimo de las 7:05pm me pregunta que qué hice yo frente a ese dilema antes de ser Dr.
La respuesta es simple: casi nunca tuve ese dilema.
Para bien o para mal tuve la fortuna de estudiar en el reconocido Colegio de Ciencias y Humanidades del Pedregal (vulgarmente conocido como CCH Sur). Allí, la mayoría de los profesores (muy jóvenes muchos de ellos y, eso sí, muy democráticos) siempre nos alentaban a hablarles por su primer nombre, cosa que la mayor parte de los estudiantes hacían y que a mí y a otros se nos fue quedando como costumbre. Por supuesto, esa práctica la llevé sin mayor problema a la Facultad de Economía de la UNAM, en donde era obvio que no podía llamarle a todo mundo por su primer nombre (nunca se me hubiera ocurrido, por ejemplo, llamarle Luciano al Profr. Lara Flores o Ernesto al Profr. Lobato) pero si lo podía hacer con la mayoría de los profesores. Así, el Profr. Hayashi para mí siempre fue Laureano, el Profr. Arroyo siempre fue Pablo o Juan Pablo, y el Profr. Ruiz Durán, siempre fue Clemente. Todo eso sin mencionar a nuestro muy estimado Profr. Carreto, quien para sus alumnos siempre fue Jorge (a quién no sólo tuteábamos, sino que incluso nos prestaba su casa para hacer las fiestas más memorables de ese entonces).
Así pues, mi reacción instintiva siempre fue tutear a la mayoría de mis Profesores y, sólo en algunos contados casos, optaba por el uso impersonal que ya mencionaba Andres Lajous en el primer comentario y que siempre es muy útil para evitar quedar muy mal ante un Profesor que se muestra ligeramente incómodo ante un estudiante que no parece respetar la diferencia de estatus.
Ahora, por cierto, ya no les digo a mis alumnos o asistentes que me hablen de una u otra forma. He aprendido que en esto se da mucho de lo que alguien ya mencionaba sobre la auto-seleción y sé que siempre habrá quienes se sientan más cómodos conmigo hablándome de usted (sobre todo los de rancho, como JAN, je je), aunque también entiendo que siempre habrá quien se sienta más cómodo hablándome de tú. A mí no me molesta ni lo uno ni lo otro, así es que yo ahora dejo que cada quien se refiera a mí como mejor le acomode.
Saludos!
GE
No es cuestion de titulo, sino de respeto; y este ultimo se gana con hechos.
Personalmente nunca me ha interesado que mis estudiantes utilizaran el "titulo" correcto para referirse a un servidor. Al contrario, lo percibo como una barrera entre el estudiante y el catedratico. Repito: si hay respeto hay todo lo que se necesita, el titulo sale sobrando.
Despues esta "lo peor": situacion donde el catedratico considera que el titulo sea lo mas relevante de su carrera profesional. Ni modo, afortunadamente no todos somos iguales.
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