El sábado pasado,
el periódico Reforma dio a conocer que la Secretaría de Hacienda está analizando diversos escenarios para aumentar la recaudación el año próximo. Según dicho diario, uno de los escenarios analizados implica la posibilidad de generalizar el IVA para que este impuesto también se aplique a alimentos y medicinas, acompañado de una reducción de la tasa generalizada del 15 al 12%.
Por supuesto, una reforma de este tipo en un contexto como el actual, solo tendría sentido si lograra aumentar la recaudación. Por otro lado, al incorporar el IVA a alimentos y medicinas, resulta más o menos obvio que a quienes podría afectar más sería a los hogares de menores ingresos, por ser precisamente éstos los que destinan un mayor porcentaje de sus recursos al consumo de este tipo de bienes. Así pues, una pregunta relevante, es cuál podría ser el impacto de una reforma de este tipo, tanto en términos de recaudación como en términos de su impacto distributivo.
Afortunadamente, la misma semana pasada el Centro de Estudios de la Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados dio a conocer una interesante herramienta que permite analizar (con ciertas limitaciones) precisamente escenarios como éste a partir de los datos de las Encuestas Nacionales de ingresos y Gastos de los Hogares. Dicha herramienta, conocida como Simuladores de Análisis Fiscal, pueden ser utilizados de manera abierta por cualquier persona y los pueden consultar
en la siuiente liga.
Así, con el simulador del análisis del IVA se puede construir un escenario con una tasa generalizada del IVA del 12% y los efectos de esta reforma por decil serían los siguientes:
Noten que, en promedio, el gasto por hogar en IVA aumentaría en alrededor de $218 mensuales, es decir, en poco más de 40% (al pasar de $496.6 a $714.6 mensuales). Esto implicaría un aumento en la recaudación en la misma proporción, lo cual significaría que la recaudación del IVA podría aumentar en alrededor de 1.4% del PIB, lo cual contribuiría significativamente a reducir el boquete fiscal que la Secretaría de Hacienda contempla para los siguientes años.
Por otro lado, la simulación realizada sugiere que, si bien el aumento en el gasto en IVA en términos absolutos sería mayor para los hogares de mayores ingresos (noten que el 10% de los hogares más ricos pagaría alrededor de $292 mensuales adicionales en promedio, mientras que el 10% de los hogares màs pobres pagaría ùnicamente $138 adicionales), el costo más fuerte en términos proporcionales sería para los hogares más pobres. Nótese que estos hogares tendría que dedicar poco más de 5.5 puntos porcentuales adicionales de todo su gasto para el pago de IVA (al pasar de 5.27% a 10.71%), mientras que para los hogares más ricos el efecto sería de apenas 2 puntos porcentuales adicionales (al pasar de 8.92% a 10.7%).
Es por ello que, como ya se ha dicho en reiteradas ocasiones, la generalización del IVA en México, independientemente de sus potenciales efectos recaudatorios, también tendría un importante impacto distributivo en el país. Así es que, de no plantearse medidas compensatorias adicionales, una propuesta de esta naturaleza podría en efecto generarle mayores recursos al fisco, sin embargo, esto sería a costa de un impacto negativo en la distribución del ingreso. ¿Ya habrán tomado esto en cuenta nuestras autoridades?