Thursday, December 11, 2008

¿Dónde estaban los Contracíclicos?

Esta es la pregunta que se planteaba hace unos días un conocido ex-Secretario de Finanzas latinoamericano, al plantearse el tema de porqué es que hoy hay tantas personas, analistas, gobiernos e instituciones en América Latina que hacen llamados para seguir políticas contracíclicas, sin haber nunca planteado estos temas durante los años de crecimiento de las economías latinoamericanas (que es precisamente cuando debieron de haberse hecho los ahorros para enfrentar las circunstancias actuales).

Creo que la pregunta es muy pertinente porque hoy cualquiera se puede sumar a este discurso, sin necesariamente haber reflexionado sobre estos temas en otros momentos o circunstancias. No es, afortunadamente, mi caso, y para mostrarlo voy a permitirme citar un trabajo que escribí hace 5 años y que abordaba precisamente sobre este y otros temas relacionados. El trabajo se titula "México: En Pos del Crecimiento" y escribí en su momento lo siguiente:

Un problema que aqueja a la inmensa mayoría de los países latinoamericanos es que sus políticas fiscales tienden a ser fuertemente procíclicas (Gavin et al. 1996). Es decir, que cuando la economía está cayendo, los ingresos públicos también se reducen, lo cual a su vez conlleva a una reducción del gasto público, con el correspondiente impulso negativo a la actividad económica. Exactamente el patrón contrario ocurre cuando la economía está entrando en una etapa de expansión. Esta característica de la política fiscal en América Latina tiende a exacerbar las fluctuaciones económicas de los países de la región y, por supuesto, México no es la excepción. Esto implica que los ciclos económicos de México, al igual que los de otros países latinoamericanos, son más profundos y duraderos que el de países cuya política fiscal no es procíclica. De hecho, la política fiscal de la mayoría de los países desarrollados no sólo no es procíclica, sino que en muchos casos es abierta y deliberadamente contracíclica. Esto significa que el comportamiento del gasto público tiende a ir en sentido contrario al de la actividad económica, lo cual obviamente permite reducir la magnitud de las fluctuaciones macroeconómicas. En ese sentido, una política económica contracíclica es deseable ya que tiende a estabilizar los ingresos y a reducir la incertidumbre económica de los habitantes de un país.

Existen básicamente tres mecanismos que pueden dar lugar a una respuesta de política de tipo contracíclico. Primero, los mecanismos intrínsecos o autónomos que, como su nombre lo indica, una vez establecidos ya no dependen de una decisión específica de política, sino que se activan o se apagan dependiendo del estado actual de la economía. Este es el caso de la política de seguridad social de los países desarrollados que se manifiesta en la forma del seguro de desempleo. Así, esta política implica que cuando la economía empieza a entrar en una recesión y los despidos laborales aumentan, en forma casi automática los nuevos desempleados pueden empezar a recibir una transferencia de recursos que les permite mantener su nivel de gasto y consumo en niveles razonables. Este aumento en las transferencias (que se revierte cuando la economía empieza a crecer), es el mejor ejemplo de una política fiscal contracíclica, ya que el gasto público aumenta (y, por ende, el gasto privado) cuando la economía se empieza a contraer y disminuye cuando la economía empieza a crecer.

El segundo mecanismo contracíclico consiste en establecer una regla fiscal que específicamente incorpore esta característica (Perry, 2003). Esto supone que un gobierno puede determinar metas de balance fiscal que dependan específicamente de la situación macroeconómica. Así, un gobierno puede establecer un mecanismo que le comprometa a alcanzar un cierto superávit fiscal en los años en los que haya crecimiento económico, el cual podría ser utilizado en los periodos en los que la economía atravesara por un periodo recesivo. Lo anterior supone entonces que un gobierno puede optar por un cierto déficit fiscal (o al menos relajar un poco sus metas presupuestarias) cuando la economía se encuentra en una situación recesiva. Chile recientemente ha establecido un mecanismo de esta naturaleza, el cual le obliga a incurrir en un superávit fiscal durante los periodos de crecimiento, pero que al mismo tiempo le permite incurrir en un déficit temporal en los años de recesión.

El tercer mecanismo contracíclico reside en el diseño e instrumentación de la política monetaria. Uno de los mejores ejemplos de este mecanismo, es lo que se conoce en la economía como regla de Taylor. Este tipo de reglas establece que las autoridades responsables deben seguir una política monetaria que trate de mantener bajo control a la inflación pero que, al mismo tiempo, debe preocuparse y responder ante caídas en el nivel de actividad económica. Muchos países desarrollados siguen esquemas de esta naturaleza y es muy probable que este tipo de políticas les hayan ayudado a incrementar la estabilidad macroeconómica en los últimos años. En México, sin embargo, esto no ocurre así. Esto se debe, al menos en parte, a que el mandato del Banco de México consiste sólo en mantener la estabilidad de precios, sin que el banco central deba preocuparse en lo más mínimo por el nivel de la producción.

La ausencia en México de mecanismos de política contracíclica ha aumentado la magnitud de las fluctuaciones económicas y ha permitido que las caídas en la actividad económica sean relativamente profundas y duraderas. Un ejemplo de ello es la actual recesión económica que lleva casi tres años y en la que se han perdido aproximadamente 600 mil empleos formales. De hecho, no es casual que las respuestas de política en México y en Estados Unidos hayan sido tan distintas en los últimos meses, ya que los objetivos de política son distintos entre ambas naciones.

4 comments:

Anonymous said...

Muy buen post prof, lo mismo me preguntaba el otro día que por accidente ví un pedazo del programa entre tres, ahora si todos muy expertos y pro politicas contraciclicas, hasta amparo cazar (higado) con sarmiento aplicó el discurso.

Andrés Lajous said...

De acuerdo, los liberales están en fuga...

Anonymous said...

Día negro para el sistema financiero, Berni Madoff no resulto ser sino el más grade de los "Ponzi Scheme" conocidos hasta ahora.

Anonymous said...

A. Lajous: los liberales no, los neoliberales. No son lo mismo.
Saludos Gerardo.