El tema del subsidio a la gasolina ha escandalizado a muchos analistas (a Aguilar Camín y Leo Zuckerman, entre muchos otros). En parte tienen razón. Es decir, cuando nos enteramos que el subsidio a la gasolina en un trimestre equivale al presupuesto de Secretarías enteras o que el subsidio de este año equivale a 40 veces el aumento en los apoyos alimentarios a través del programa Oportunidades, sin duda hay muy buenas razones para escandalizarse.
Sin embargo, en mi humilde opinión, el enfoque de este tema ha sido incorrecto. Es decir, en mi opinión, el problema en sí no es el subsidio a la gasolina sino otros 2 temas: 1) La política de precios de la gasolina y 2) El hecho que importemos gasolina.
Como ya lo dije en otro post, el problema es la incongruencia en estas políticas. Veamos, por ejemplo, la siguiente gráfica que me encontré en una presentación de un ex-funcionario de Pemex sobre el comportamiento del precio de la gasolina en varios países durante el periodo 2004-2006. El gráfico pretendía ilustrar el hecho de que el precio de la gasolina en México era muy bajo comparado con el que pagan los consumidores de otros países. Sin embargo, el gráfico ilustra mucho más que eso.
Sin embargo, en mi humilde opinión, el enfoque de este tema ha sido incorrecto. Es decir, en mi opinión, el problema en sí no es el subsidio a la gasolina sino otros 2 temas: 1) La política de precios de la gasolina y 2) El hecho que importemos gasolina.
Como ya lo dije en otro post, el problema es la incongruencia en estas políticas. Veamos, por ejemplo, la siguiente gráfica que me encontré en una presentación de un ex-funcionario de Pemex sobre el comportamiento del precio de la gasolina en varios países durante el periodo 2004-2006. El gráfico pretendía ilustrar el hecho de que el precio de la gasolina en México era muy bajo comparado con el que pagan los consumidores de otros países. Sin embargo, el gráfico ilustra mucho más que eso.
Noten, por ejemplo, como el precio de la gasolina en México se comporta de una manera completamente atípica con respecto a lo que ocurre en otros países, es decir, en México el precio no reacciona ante cambios en el precio del petróleo como sí ocurre en otros países. De hecho, el precio de la gasolina sigue una tendencia lineal claramente definida. Esto es así, porque en México el precio de la gasolina es un precio controlado, en donde, por una parte, el costo está dado por el precio al que se importa la gasolina y, por la otra, porque el precio de venta está definido de tal manera que garantice que el precio de la gasolina se mueva de acuerdo a la inflación doméstica. Así, cuando el precio del petróleo baja y el precio de la gasolina en el resto del mundo disminuye, en México esto no ocurre. Esto implica que los consumidores de gasolina terminamos pagando más que en otros países. Vean que esto fue precisamente lo que ocurrió durante todo 2004. En esos meses, el costo de la gasolina en México era más alto que en Estados Unidos como resultado de este esquema de precios y, por esa razón, el gobierno obtuvo ingresos muy importantes por ese concepto. Por ejemplo, en Enero de 2004 el diferencial era de aproximadamente 40% entre el precio de la gasolina en México y el vigente en Estados Unidos. Una buena parte de este diferencial consistía en el impuesto especial a la gasolina. Ahora sucede lo contrario y, es por eso que el esquema de precios da lugar al tan criticado subsidio. Noten, entonces, la injusta asimetría: cuando el gobierno cobra un precio excesivo en relación al precio en Estados Unidos casi nadie dice nada. Ahora, que queda evidencia el subsidio, todo el mundo pone el grito en el cielo y el gobierno mismo también sugiere que se debe acabar con el subisidio.
Las preguntas son:
1) ¿Y por qué no cambiaron el esquema de precios cuando la situación era la contraria?
2) ¿Qué hicieron con los recursos extraordinarios obtenidos cuando el precio de la gasolina en México era más alto que en Estados Unidos?
En cualquier caso, todo el problema es el resultado de un absurdo mayúsculo: el hecho de que importemos gasolina a pesar de ser un país abundante en recursos energéticos. Eso es lo que realmente debería escandalizarnos.
4 comments:
2 cosas:
1. Totalmente de acuerdo con el hecho de que hay una "doble-moral" en quien crítica este subsidio pero no critica el impuesto que pagamos cuando el precio internacional está mucho más abajo (esto ya lo había comentado en el post del 23 de mayo en el que Gerardo no mostraba estos matices, sino que se sumó sin más a la crítica en contra de los subsidios). La cuestión en todo caso es que mientras el gobierno se financie vía PEMEX no hay tiene que haber algún tipo de control de precio. Si no lo hay, en cuanto baje el precio intl del petróleo se vaciarán las arcas de Hacienda.
2. El gráfico que acompaña este post es malísimo y confunde más que ilustrar. ¿Por qué? Porque compara los precios de la gasolina en países productores y no productores, dando la falsa impresión de que en México y EU, por ejemplo, el precio de la gasolina ha sido siempre más bajo de lo que "debería ser" (de acuerdo a cambios en precios en el mercado internacional). Obviamente este no es el caso. Como bien dice Gerardo después, el precio de la gasolina en México a veces ha sido mucho más alto de lo que "debería ser" dada su condición de país productor.
Saludos,
HE
Hola Gerardo. Yo creo que el problema es con el esquema de precios independientemente de que se importe o no gasolina. La gasolina que se produce en el país tampoco tiene un costo menor que su precio de venta. Parece que quisieras decir que por tener petróleo la gasolina producida en el país fuera más barata pero no creo que pienses eso.
Saludos.
HE tiene mucha razón al criticar la gráfica que agrupa a productores y consumidores de petróleo. Y creo que GE acierta cuando, en cierto sentido, se escandaliza de las importaciones (y eso que el precio de la gasolina no ha subido tanto, de hecho se comenta que los márgenes de ganancia de los refinadores han bajado y que la era dorada de la industria está por terminar). Pero el punto principal es que justamente por lo anterior necesitamos una reforma que permita la maquila de gasolina en nuestro país por parte de empresas especializadas. Llevamos ya varios años con la reconfiguración de Minattilán y nomás no acabamos. Lo práctico sería contratar a aquellos que saben hacer las cosas. Ojalá se apruebe una reforma en ese sentido.
No hay que olvidar que también ya esta un impuesto final a las ventas de gasolina. Este impuesto tal vez podría compensar el subsidio causado por el caracter residual del IEPS y además se reparte entre los Estados y Municipios.
¿Gerardo tu crees que habría sido diferente si el, IEPS se hubiera constituido como un fondo de reserva o estabilización en lugar de solo tener un caracter residual en la estructura de precios de la gasolina?
GY
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