Al parecer, las autoridades económicas van a intentar en unas semanas una variante en el plan de rescate del sistema financiero norteamericano: capitalizar a las instituciones financieras a través de la adquisición de participaciones accionarias preferentes con recursos públicos, es decir, se trataría de una especie de nacionalización parcial y temporal, similar al esquema inglés recientemente anunciado.
Este enfoque fue propuesto y discutido ampliamente por economistas académicos en la blogósfera desde hace varia semanas y, desde entonces, empezó a generar un cierto consenso en contra de la propuesta original del Secretario Paulson y a favor de un enfoque completamente diferente. Así, la nueva versión del plan de rescate es, según algunos, un triunfo de los economistas académicos que participaron en esta discusión y que proveyeron al gobierno norteamericano de una asesoría altamente calificada, gratuita y, sobre todo, desinteresada.
La asesoría de los académicos continúa y el flujo de nuevas ideas y propuestas es realmente sorprendente por su rapidez y calidad. Las propuestas, por otro lado, provienen de economistas de distintas formaciones y con enfoques muy diversos. Apenas el miércoles pasado Barry Eichengreen, Profesor de UC Berkeley, convocó a varios economistas a realizar aportaciones sobre el tema y, en tan sólo día y medio, logró conjuntar varios artículos breves que contienen diversas propuestas y comentarios para ayudar a entender las características que debería tener un esquema orientado a resolver la situación financiera actual. El resultado de esta convocatoria es un pequeño folleto de 38 páginas editado por el mismo Eichengreen y Robert Baldwin, que contiene 13 artículos y que fue titulado "Rescuing Our Jobs and Savings. What G7/G8 Leaders can do to solve the Global Credit Crisis".
De acuerdo a los editores, la mayor parte de las propuestas coinciden en los siguientes aspectos:
Si esta nueva variante del Plan de Rescate basada en la recapitalización bancaria funciona, quizá estemos frente al inicio de una nueva manera de hacer política pública, en donde la libre discusión de las ideas que suele prevalecer en la academia sea escuchada y atendida por las autoridades económicas y que pueda ser un factor coadyuvante en el diseño de mejores políticas públicas. Al menos, claro, en países como Estados Unidos e Inglaterra ...
Este enfoque fue propuesto y discutido ampliamente por economistas académicos en la blogósfera desde hace varia semanas y, desde entonces, empezó a generar un cierto consenso en contra de la propuesta original del Secretario Paulson y a favor de un enfoque completamente diferente. Así, la nueva versión del plan de rescate es, según algunos, un triunfo de los economistas académicos que participaron en esta discusión y que proveyeron al gobierno norteamericano de una asesoría altamente calificada, gratuita y, sobre todo, desinteresada.
La asesoría de los académicos continúa y el flujo de nuevas ideas y propuestas es realmente sorprendente por su rapidez y calidad. Las propuestas, por otro lado, provienen de economistas de distintas formaciones y con enfoques muy diversos. Apenas el miércoles pasado Barry Eichengreen, Profesor de UC Berkeley, convocó a varios economistas a realizar aportaciones sobre el tema y, en tan sólo día y medio, logró conjuntar varios artículos breves que contienen diversas propuestas y comentarios para ayudar a entender las características que debería tener un esquema orientado a resolver la situación financiera actual. El resultado de esta convocatoria es un pequeño folleto de 38 páginas editado por el mismo Eichengreen y Robert Baldwin, que contiene 13 artículos y que fue titulado "Rescuing Our Jobs and Savings. What G7/G8 Leaders can do to solve the Global Credit Crisis".
De acuerdo a los editores, la mayor parte de las propuestas coinciden en los siguientes aspectos:
- Una rápida recapitalización bancaria
- Garantizar los depósitos y préstamos
- Estímulos macroeconómicos adicionales
Si esta nueva variante del Plan de Rescate basada en la recapitalización bancaria funciona, quizá estemos frente al inicio de una nueva manera de hacer política pública, en donde la libre discusión de las ideas que suele prevalecer en la academia sea escuchada y atendida por las autoridades económicas y que pueda ser un factor coadyuvante en el diseño de mejores políticas públicas. Al menos, claro, en países como Estados Unidos e Inglaterra ...
6 comments:
suena bonito. se vale soñar...
Mi estimado Gerardo, te tomo la palabra, y empecemos con México, en donde la situación es más urgente de lo que ellos creen. En los últimos diez días el crédito en México se ha secado, y la pirámide de vencimientos de papel comercial de corto plazo es dramática y puede llevar a la quiebra de varias empresas si no se hace algo. Postee esto en mi blog, y mañana hablo sobre el tema con Oscar Mario Beteta, hay que aprovechar todas las trincheras. Tenemos que usar a Nafin-Banobras para reactivar el crédito.
http://piedras-del-camino.blogspot.com/2008/10/seores-carstens-y-ortiz-usen-nafin.html
Quizá en México no exista el ambiente académico apropiado para hacer un esfuerzo como en esos otros países. Por qué no haces una convocatoria a ver cuantos economistas reconocidos academicamente (si es que existen) puedes incluir? Espero que puedas dar una lista no exhaustiva de aquéllos a los que incluirías.
Para que esto suceda en México tendría que haber un cambio fuerte de mentalidad de los encargados de la política económica, tendrían que dejar su orgullo de lado, dejar de ser tan dogmáticos y escuchar a sus contrincantes. Yo sinceramente dudo que sea tan fácil que eso suceda en el corto plazo.
Tal vez México no pueda compararse con EEUU en cuanto a la cantidad de universidades y de académicos (concretamente Economistas), sin embargo puedo afirmar que sí se cuenta con académicos bastante talentosos y con la capacidad de aportar ideas valiosas para las políticas públicas. Están los académicos de los departamentos de Economía del ITAM, del CIDE, y del COLMEX, por mencionar algo.
Como miembro de la comunidad itamita, puedo mencionar a académicos como el Dr. Germán Rojas, el Dr. Alejandro Hernández, y el Mtro. Isaac Katz. Del CIDE no tengo la fortuna de conocer a alguno, y del COLMEX por qué no, a nuestro anfitrión de este blog.
Como dijo Edgar, la situacion se esta poniendo grave. El panico fluye y los efectos son inmediatos. Un pequenio ejemplo:
Mi padre trabaja en una union de credito en provincia. Contrario a lo que pasa en otros paises, los depositos en la uniones de credito no estan asegurados por el gobierno. La semana pasada perdieron 20% de sus depositos (en solo 5 dias) y para el viernes no estaban prestando un solo centavo. Ni siquiera a sus clientes regulares, que recurren cada dos semanas a la union para poder pagar sus nominas.
Es un problema serio. Como lo hemos visto, el panico puede paralizar el sistema financiero y la economia real.
Ojala que nuestras autoridades financieras ya esten tomando medidas, y que no se vayan a quedar esperando sentados.
Saludos!
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