Wednesday, March 16, 2011

Rápidos y Furiosos ... pero Mal Informados

La gran mayoría de los periodistas y analistas mexicanos reaccionaron enérgicamente cuando se enteraron de la existencia de una estrategia de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) conocida como “Fast and Furious” (“Rápido y Furioso”). Hubo, como era de esperarse, el clásico desgarramiento de vestiduras frente a lo que muchos consideraron una clara violación a la soberanía del país o como un signo evidente de la desconfianza que tienen las autoridades norteamericanas de sus contrapartes mexicanas a quienes no les habían informado de los detalles de la estrategia. Lo interesante del caso, sin embargo, es que nuestros periodistas y analistas mexicanos por lo general opinaron, en el mejor de los casos, con muy poca información o, en algunos casos extremos, con una información completamente distorsionada sobre el programa o estrategia en cuestión. Veamos algunos ejemplos (subrayados propios):

Vea el resto de este post en mi blog El Vaso Medio Vacío en AnimalPolitico.com

4 comments:

Juan Salvador Valdivia said...

Doctor,

Óptimo post en Animal Político! Es una operación muy al estilo de las agencias estadounidenses y queda claro que no provocaron la remesa de armas de la cual se ha hablado. Tengo una pregunta, ¿cuales motivos han propiciado mayor incautación de armas del lado de los USA? ¿Será el mayor tráfico de aquel lado? ¿La mayor flexibilidad de operación de las agencias de USA en su país y, por ende, la limitación de las mismas para realizar su trabajo en el nuestro?

Gracias.

Anonymous said...

Pese a las atenuantes, subsiste el problema de fondo.

Gerardo Esquivel said...

¿Cuál es ese problema de fondo según tú?

GE

Anonymous said...

una duda

un tercio de armas entró a México, y "Como es obvio, las armas de la operación “Rápido y Furioso" no fueron introducidas, metidas o lanzadas a territorio mexicano por la ATF.
"

¿Por qué habría de asegurarse que la ATF metió las armas a México?. Entonces, ¿quién vigila la entrada a México los mexicanos o los gringos?