Apreciado Gerardo. Primero que nada, estupendo artículo el tuyo acerca de los posibles efectos del libro de Piketty en el debate público mexicano. Nada nuevo bajo el sol, leerte es siempre esclarecedor.
Segundo (y disculpa que me haga promoción, pero honestamente puedo decir que más que hacerme promoción a mi mismo estoy queriendo hacerle promoción a las "sectas" de economistas tan despreciadas e ignoradas que son el postkeynesianismo y el marxismo) para alguien que ya ha hecho investigación acerca de la desigualdad como causa y no solo como efecto en el desarrollo/crecimiento económico de México (mi tesis de maestría fue acerca de ese tema y la tesis de doctorado que estoy escribiendo es del mismo tema, pero con otro enfoque) es algo emocionante que por fin hay una fiebre de lo que uno ha venido hablando por mucho tiempo, aunque en el siguiente punto explico como esa emoción es ambigua.
Tercero, muy relacionado con lo segundo, es díficil no sentir resentimiendo contra el mainstream. La tradición marxista y postkeynesiana ha venido hablando de la desigualdad durante muchas décadas. Has sido su tema central, esencial, desde siempre. Incluso sasta los estructuralistas latinoamericanos de los 60s y 70s tuvieron un intenso debate al respecto; por cierto, magistralmente resumido y criticado por Nora Lustig en su artículo de 1979 del Review of Radical Political Economics. Ahora todo mundo está hablando acerca de la desigualdd ignorando a los y las que nunca dejaron de hablar de eso. De nuevo, nada nuevo bajo el sol. Como el propio Marx dijo, las ideas dominantes son las ideas de la clase dominante.
Cuarto, muy relacionado con esta última frase ¿es realista creer que un debate académico va a tener ímpacto en las políticas públicas y por consecuencia de hecho reducir la desigualdad? A mi me parece que la evidencia histórica es arrolladora para contestar "no". Me parece que tendrá impacto en debates académicos, habrán centenas de conferencias, miles de artículos, reseñas, charlas de café, firmas de cartas y peticiones acerca de cambios de curriculums y de cambios de políticas públicas hasta para aventar para arriba, etcétera, pero la desigualdad seguirá creciendo o se mantendrá igual. Frederick Douglas, el gran dirigente de los esclavos afroamericanos de USA, dijo alguna vez que nunca jamás los poderosos (haves) han concedido algo a los no poderosos (have nots) sin entablar una lucha a muerte (literalmente) contra tales concesiones. Creo que sus palabras son más sabias que las del 99.99% de economistas, no importa cuan buenas sean sus intenciones.
Saludos cordiales. Leopoldo Gómez-Ramírez Candidato a Dr en Economía. Universidad de Massachusetts en Amherst. Director de "Tan Cerca Tan Lejos. A voice of Mexico in the USA."
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Apreciado Gerardo.
Primero que nada, estupendo artículo el tuyo acerca de los posibles efectos del libro de Piketty en el debate público mexicano. Nada nuevo bajo el sol, leerte es siempre esclarecedor.
Segundo (y disculpa que me haga promoción, pero honestamente puedo decir que más que hacerme promoción a mi mismo estoy queriendo hacerle promoción a las "sectas" de economistas tan despreciadas e ignoradas que son el postkeynesianismo y el marxismo) para alguien que ya ha hecho investigación acerca de la desigualdad como causa y no solo como efecto en el desarrollo/crecimiento económico de México (mi tesis de maestría fue acerca de ese tema y la tesis de doctorado que estoy escribiendo es del mismo tema, pero con otro enfoque) es algo emocionante que por fin hay una fiebre de lo que uno ha venido hablando por mucho tiempo, aunque en el siguiente punto explico como esa emoción es ambigua.
Tercero, muy relacionado con lo segundo, es díficil no sentir resentimiendo contra el mainstream. La tradición marxista y postkeynesiana ha venido hablando de la desigualdad durante muchas décadas. Has sido su tema central, esencial, desde siempre. Incluso sasta los estructuralistas latinoamericanos de los 60s y 70s tuvieron un intenso debate al respecto; por cierto, magistralmente resumido y criticado por Nora Lustig en su artículo de 1979 del Review of Radical Political Economics. Ahora todo mundo está hablando acerca de la desigualdd ignorando a los y las que nunca dejaron de hablar de eso. De nuevo, nada nuevo bajo el sol. Como el propio Marx dijo, las ideas dominantes son las ideas de la clase dominante.
Cuarto, muy relacionado con esta última frase ¿es realista creer que un debate académico va a tener ímpacto en las políticas públicas y por consecuencia de hecho reducir la desigualdad? A mi me parece que la evidencia histórica es arrolladora para contestar "no". Me parece que tendrá impacto en debates académicos, habrán centenas de conferencias, miles de artículos, reseñas, charlas de café, firmas de cartas y peticiones acerca de cambios de curriculums y de cambios de políticas públicas hasta para aventar para arriba, etcétera, pero la desigualdad seguirá creciendo o se mantendrá igual. Frederick Douglas, el gran dirigente de los esclavos afroamericanos de USA, dijo alguna vez que nunca jamás los poderosos (haves) han concedido algo a los no poderosos (have nots) sin entablar una lucha a muerte (literalmente) contra tales concesiones. Creo que sus palabras son más sabias que las del 99.99% de economistas, no importa cuan buenas sean sus intenciones.
Saludos cordiales.
Leopoldo Gómez-Ramírez
Candidato a Dr en Economía. Universidad de Massachusetts en Amherst.
Director de "Tan Cerca Tan Lejos. A voice of Mexico in the USA."
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