Mi artículo de esta semana en El Universal:
El mito del Fondo Petrolero
Como parte de las leyes secundarias
de la Reforma Energética se discutirá el llamado Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.
Este Fondo es un fideicomiso cuyo fin es recibir los recursos y pagar las
obligaciones que se generen como resultado de las asignaciones y contratos de
explotación de petróleo y gas que se celebren entre el Estado y las empresas
participantes (incluyendo a Pemex). El Fondo también se encargará de
administrar los recursos excedentes a través de una Reserva especial. Los recursos
acumulados podrán utilizarse según ciertos criterios cuando excedan del 3% y
del 10% del PIB.
De acuerdo a la iniciativa, este
Fondo se inspira en experiencias internacionales exitosas por lo que,
“siguiendo el ejemplo de dichos países”, el Fondo “privilegiará el ahorro”. En
la iniciativa el Fondo se plantea como medio para alcanzar una serie de
objetivos grandilocuentes. Por ejemplo, de acuerdo a ésta el Fondo es “una
poderosa herramienta (…) con la que se podrá tener un manejo más transparente,
responsable y objetivo de los ingresos petroleros que recibe el Estado, con una
visión de largo plazo”, también se dice que coadyuvará a “la maximización del
valor económico de los hidrocarburos en beneficio de las generaciones presentes
y futuras de mexicanos” o que su visión convertirá a los ingresos petroleros en
“una palanca fundamental para el desarrollo de los mexicanos de hoy y, también
para los mexicanos de las generaciones futuras.” Se trata, al menos en teoría,
de una propuesta visionaria, pensada para el largo plazo, para beneficio no
sólo de esta generación sino de las venideras. ¿Es eso cierto? Lamentablemente,
no. Es un engaño disfrazado de buenas intenciones.
La razón por la que no se cumplirá
con esas expectativas es porque en el diseño mismo del Fondo lo que se
privilegia es que los derechos petroleros sigan siendo una de las principales
fuentes de financiamiento del presupuesto público (para ser precisos, la
segunda, por debajo del ISR, pero por encima del IVA). En efecto, el Art. 16-II-g
de la iniciativa establece que el Fondo deberá transferir “los recursos
necesarios para que los ingresos petroleros del Gobierno Federal que se
destinan a cubrir el Presupuesto de Egresos de la Federación se mantengan en el
4.7% del PIB.” Este piso de financiamiento se determinó a partir de los ingresos
recibidos en 2013, aunque también es el promedio de los últimos 7 años.
¿Por qué es relevante este dato?
Porque la única forma de que haya excedentes para acumular en la reserva es que
se generen recursos por encima de este piso. Considerando que la producción no
va a aumentar de manera significativa en el corto plazo (de hecho, lo más
probable es que disminuya, como ya ocurre en 2014); y que los precios de la
mezcla mexicana en años recientes fueron excepcionalmente buenos, pero que su
expectativa no es tan favorable por la caída en la demanda norteamericana, lo
que obligará a buscar nuevos, lejanos y más competitivos mercados (en Asia,
probablemente), y que podría traducirse en menores precios; entonces las
posibilidades de que en el corto, o incluso en el mediano plazo, haya recursos
excedentes es muy pequeña. La única posibilidad real es que la nueva producción
aumente de manera significativa y que compense la caída de los otros campos y
un eventual ajuste en los precios. Esto, sin embargo, podría tardar no menos de
diez años en materializarse e inclusive podría no ocurrir. Más aún, en la
iniciativa también se plantea la posibilidad de que ante circunstancias
extraordinarias se pueda disponer de los recursos del fondo, por lo que la probabilidad
de acumular recursos significativos es prácticamente nula. Por ello, la idea de
que el Fondo Petrolero es un instrumento que “privilegiará el ahorro” es no
sólo un mito sino que podría terminar siendo también un timo.
4 comments:
Coincido en que el Fondo Petrolero servirá de poco, si no es que de nada, pero no coincido del todo en el por qué.
El piso se determinó no por los ingresos petroleros recibidos en 2013, sino por los estimados en la Ley de Ingresos. Los últimos 7 años, en efecto, se han estimado ingresos por derechos petroleros en promedio de 4.7%, pero en promedio, por derechos petroleros se ha recaudado 5.8% del PIB (con años excepcionalmente buenos como 2008, y años excepcionalmente malos, como 2009). En teoría "habría" recursos para generar ahorro, sin embargo:
1. Dado que la forma de "recaudar" recursos petroleros bajo las asignaciones de Pemex (9 derechos) es muy diferente a la forma como se recaudaría bajo contratos (bono, cuota contractual, regalía, contraprestación, ISR), yo creo que es difícil asegurar que los ingresos petroleros van a comportarse igual a lo que hemos observado en años anteriores (SHCP no ha ahondado en el tema, no ha dado cifras ni cálculos).
2. La legislación permitiría al Gobierno Federal, bajo distintas modalidades, el uso de recursos petroleros excedentes para compensar la mala recaudación.
Por lo tanto, es probable que haya recursos petroleros excedentes (como los ha habido en los últimos años), pero yo veo poco probable que éstos se vayan a usar de forma diferente.
Dos cosas:
1) En esta y otras notas se dice que la definición del 4.7% se basó en lo recibido en 2013: http://www.shcp.gob.mx/SALAPRENSA/doc_informe_vocero/2013/vocero_50_2013.pdf
2) El régimen de derechos no va a cambiar para las asignaciones. Será distinto, sin embargo, para los contratos.
Saludos,
GE
Tienes razón, el informe del vocero dice que es lo recibido, pero está mal. La exposición de motivos menciona que es con base en la Ley de Ingresos 2013, y haciendo los número en efecto es lo establecido en la LIF. De hecho, el texto de la reforma dice que será el 4.7% del PIB nominal que se establezca en los CGPE para el año siguiente. Ojalá SHCP empezara por explicarse entre ellos la reforma.
Mi punto sobre las modalidades de ingresos petroleros para el Estado (asignaciones y contratos) es que sabemos cómo funcionan los derechos de las asignaciones de Pemex y cómo se han comportado los ingresos derivados de éstos; pero claramente no hay información suficiente para pronosticar cuánto va a entrar por contratos (de particulares y de los que Pemex decida mudar), ojalá SHCP sí tenga una idea... y la compartiera.
Saludos, y espero abonar a la discusión sobre este tema!
Difícilmente los CGPE se aproximan a la realidad los pronósticos emitidos por la SHCP al menos en los últimos meses han tendido a ser fallidos al igual que en anteriores administraciones, esto derivado principalmente del manejo político que se le da a este tipo de temas. En el caso de los contratos y concesiones muchos de ellos, siendo objetivos, están relacionados directamente con los proyectos del programa nacional de infraestructura 2014-2018, donde el impacto de la reforma energética vera sus principales triunfos apalabrados. Y en este contexto la dependencia de la administración federal fue, es y seguirá siendo dependiente a los recursos petroleros aun cuando exista el famoso Fondo.
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